martes, 19 de febrero de 2013


Siempre de un lado para el otro, corriendo, huyendo. Pensando en lo que vendrá y no sólo en lo que tenemos.
No te tengo miedo a ti, me tengo miedo a mi misma suplicando por ti. Apago las luces para imaginar que estás al lado, pero al encenderlas el vacío me deslumbra y me hace tanto daño en los ojos que llego a pensar que el universo entero está pidéndome a gritos que te vaya a buscar. Aunque no vayamos a enamorarnos si quiera, aunque vistamos de azul (oscuro), aunque nunca nos vaya a quedar París. Aunque tu foto siga siendo mi paisaje preferido cada mañana. Mientras, sé que no puedo apostar por ti. Eres la carta más imprescindible de un juego, que claro que no sé cual es, pero seguro que lleva tu nombre y todas mis letras preferidas.

Átame de pies y manos a la cama, que la tarde te reclama. Y la noche, y la mañana. Yo sólo quiero verte reír  sólo quiero hacerte un poco más feliz.


Y tú aún preguntas si te quiero.

sábado, 2 de febrero de 2013


Yo no vine hoy aquí para hablar de poesía, pero hay poemas que llevan nombres y apellidos, aunque a final de mes arranques todas las letras.