martes, 30 de septiembre de 2014

'Será por culpa de que estamos de bajón.'


El tiempo se me está amontonando, coge un poco más, que me pesa.
No estoy para tanta pena, ni para tan poca. Se me han acabado los términos medios, si quieres lo apunto y cuando vuelvan te llamo.
Quiero largarme de aquí con más fuerzas que nunca; las que tú me quitabas han vuelto.
Soy un lienzo casi en blanco, llevo la inicial del primer amor de mi vida, no pienso olvidarte, ni falta que hace. Menos mal todo, porque tú.
No le debo nada a nadie que no sea yo; un perdón por todo lo que he dejado que me hagas.
Y ya no, ya no.
Puedes irte, ni si quiera voy a notarlo, lo recuerdos que dejaste los guardo en la única caja que casi nunca abro.
Los hijos que nunca tendremos hoy volvieron a darme las gracias. Serán con otra.
Las batallas perdidas ahora se están levantando y parecen mucho más felices, me sonríen por la ventana y me bailan como las hojas por la calle, y eso que estamos en otoño y se caen. Me enseñan a volar, y cada vez que lo hago me despierto en mi cama empachada del cuerpo que siempre quise tener a mi lado. Y lo beso despacio en el espejo, y le lloro la pérdida antes de que nos inunde la risa, y lo acaricio como nunca antes nadie. Y lo acarician como siempre, y ya no dejo de sentir nada; tengo corazón a pesar de las causas perdidas.
No grites, no voy a escucharte, ya hemos tenido bastante con lo que no hemos tenido.
Ojalá no lo entiendas nunca y las dudas no te dejen dormir, que te atormenten los sueños, que te parta un rayo y nadie quiera ninguna mitad.
Que lo hagas en silencio, que esta vez a mí me da igual.


Ser felices,

sin ella.