jueves, 18 de diciembre de 2014

Escupir.


Llevo tiempo buscándome en los cementerios, por si aparezco y quieres conquistarme con alguna que otra flor. Los que me dejaron vestida de negro saben bien que la culpa es mía, que aún así persigo el fracaso por si quiere casarse con alguien que sepa que me amarás en secreto.

Entré en razón y no había nadie.
A mí no me des cuentas, que aún no me salen las últimas.
Nos llevaremos bien cuándo sepa hacia dónde y qué.
No me líes, no sé qué coño te has pensado que puedes fumar, el mío no.
Te tengo mucho miedo, llévatelo de una puta vez. Pero vete, vete con él.
Desde que me hablas del resto yo sólo pienso en Madrid, huyendo con cualquiera de ti.
Vete a por tabaco, me da igual que hayas decido dejarlo, no vuelvas.
A mí no me llames, idiota.
Si tienes un día gris te jodes, no conozco a nadie con súper poderes que vaya a cambiarte los colores.
Dame tiempo, por lo menos devuélveme el que perdí contigo.
Dime de qué presumes y te diré lo tonta que eres.
Tengo muchos sueños, pero tú eres una pesadilla.
Quita, quita, no sabes contar cuentos y me vas a venir con historias.
No sé cómo no se te ha ocurrido estudiar cine, se te da de puta madre montarte pelis.
Claro que te quiero, lo más lejos posible, al fondo, tócalo bien.
Déjate de faroles, que los fundes.
Flores no, pero espinas te tiro las que quieras.
Aunque tú de querer ni puta idea.


Para qué voy a buscar al amor de mi vida teniendo espejo. A ver.