viernes, 20 de junio de 2014

'¿Quién eres tú?'


No te creo.
En el epicentro de la razón estaba tu recuerdo.
Y no te creo.
Igual tendría que aprender a volar más alto,
lejos de tus caídas,
de tus idas y venidas,
de tus huidas.
Porque no te creo.
Dices que me quieres,
y me hieres.
Que me echas de menos,
más que siempre.
Pero no te creo.
Lo cierto es que prefería destruirte.
Y ya lo hago.

Paseando por su cuerpo me he encontrado medallas, recuerdos, restos de los besos de otros que murieron de amor por ella. En sus manos aún veo huellas del paso del tiempo, caen desde sus pestañas.
Igual si fuera más valiente podría admitir que paseo las calles que sé que pisa por si se cruza y me vuelvo suelo.
Suelo sentirte cuando me miro al espejo.
Ni si quiera la he visto colgando su ropa del ventilador cuando el calor no encuentra otro sitio mejor en el que quedarse que en su boca. Su boca.
Cualquier día nos vamos a matar, y va a explotar la poesía.
Igual deberíamos preguntar qué pensará la persona que te acompaña en el terreno sentimental, qué piensa de todo esto. Igual no, por todos esas amantes de tus Sábados noche.


No sé, igualmente no te creo.
Pero por favor, deja las manos donde pueda verlas,
que destruirte, es destruirme a mí después.



martes, 17 de junio de 2014

Sálvese quien quieras.


Creo que si alguien tiene los cojones para romperte el corazón va a tener que vérselas conmigo,
que si tanto tiene,
tan poco vale.

Que te juro que si alguien se atreve a cruzar todos esos puentes contigo sólo para después verte caer,
le van a tener que salir alas si no quiere que lo mate.
Va a tener que aprender a correr mucho más rápido de lo que pueda,
porque si alguien te hace daño, voy a matarlo con mis propias manos, y a asegurarme con las de otro.
Voy a enseñarle lo que es malo, que lo que es bueno ya lo habrá aprendido contigo.

Igual después tengo que llamarte para que te rías de todo esto,
de aquello,
y quizás de lo que aún no se ha inventado.

Te aseguraré a todo riesgo, para que tu corazón se repare lo antes posible,
no romperlo aún no entra dentro de este seguro que llaman “vida” y yo prefiero llamarlo por cualquier otro nombre que se me pase por los dedos.

A lo mejor me equivoco, y la rompe corazones vas a ser tú,
voy a tener que aprenderme de memoria todos tus gestos
a ver si así consigo saber qué coño te pasa cuando no quieres que nadie se entere.

Quizás tu manera de bailar siempre nos está apuntando a alguna parte, sea risa, sea sueño.. sea lo que seas.
Tengo mil motivos por los que salvarte de todos, pero me va a ser imposible salvarte de ti, ni yo misma podría hacerlo. No quiero.

No te has mirado a los ojos, y yo tampoco, pero me encantaría.
No sé tu forma de reír, pero sé cómo salvas el mundo, y el mundo se muere de ganas por salvarte a ti,
pero siempre hay idiotas rompiendo cosas por no saber cómo tenerlas, o por el simple hecho de no perder su reputación.
Malditos hijos de puta.

Menos mal que aún quedan manos en las que curarse...
Benditos poetas, que se atreven a habla de ti sin conocerte,
y bendita tú que desde que no te conozco me muero por hacerlo.


Desde que todos te miran, saben perfectamente lo que quieren.


jueves, 5 de junio de 2014

Cruces.


Lo cementerios están cargados de recuerdos que nos gustaría haber tenido.


Yo, que soy de pasear jugando con la vida sobre dos ruedas, me cuelo en el centro de la pena,
casi se podía coger la distancia con las manos,
olía a pasto la soledad.
Las mariposas no saben dónde vuelan, y yo tampoco.
Las flores me miran como queriendo salir corriendo,
pero son mentira.

Eres tan mentira que casi te creo.
Pero ha sido mucho mejor destruirnos,
vaciarme las manos de sal,
y beberme la tristeza a morro,
quedarme colgando de tu agua,
de tus granos de arena en mi reloj de paso.
A su paso te fuiste 
con él.


Me giré mucho antes,
por no escuchar tu “adiós”,
mejor eso que admitir que soy un poco más valiente desde que no estás,
pero tampoco te has ido.

Soy hierba verde en mitad de todo este campo de amapolas secas.
Anoréxicas de amor.
Qué pena me da no sentirlo,
nada en absoluto.

Que venga la lluvia de golpe,
que nos coja por sorpresa la marea
que se te despeinen los ojos,
que te acaricien las alas,
que tus piernas no sean más que un escenario triste -como hasta ahora-
en la que algún insensato, insensible, desolado,
se para un rato a navegar y olvidarse del resto,
la soledad también es esto.

Que te cruces con otras como tú; que te crucen la cara, y el corazón.
Como tú;
Que te lo rompan de tal manera que se te olvide cómo era eso de vivir,
que te lata tanto el pecho que te duela,
que notes los latidos en la garganta,
que mastiques la soledad. Y no puedas escupirla.
Que te llamen desde lejos,
siempre guapa,
nunca en serio.
Que se le olvide a los demás apreciarte, como tú un día de olvidaste de hacerlo al resto.

No te voy a llorar; aún no te has muerto.


Si toda esa gente te viera, tendría que resucitar para salir corriendo antes de volver a quedarse sin corazón.  


lunes, 2 de junio de 2014

Té, quiero.



Te quiero.
Pero no ese modo que esconde dos mentiras, diecisiete excusas y ninguna llamada.

Te quiero,
como me gustaría no haberlo hecho nunca.
Con el miedo que provocas,
con tus más

y tus más

y tus más

justo antes de tus menos.

Y mis más,

por tus manos.

Tus alas,
y mi insomnio,
tus copas de más
y mi falda de menos
cuando menos
menos
menos
das
menos
espero.

Te quiero,
como si no lo hubiera hecho nunca antes,
como la última vez,
como la salida sin emergencia,
como la emergencia sin salida.

Te quiero más que a las flores,
y menos que mañana.

Como a mi libro favorito
cuando aún no lo he empezado y ya pienso en cómo hacer que no acabe.

Te quiero,
porque pudiendo no hacerlo, lo hago,
porque haciéndolo siento que no puedo dejar de hacerlo,
porque sin dejar de hacerlo no puedo irme
sin ti,
porque sin ti, las horas son una película en la que aprieto los ojos
y contigo los abro
para no verla,
y sólo mirarte a ti.

Te quiero,
porque no he encontrado forma de dejar de hacerlo,
no pienses que no puedo,
no puedo por pensar,
y si lo pienso, me muero.

Te quiero besar.

No me pidas que te lo explique,
de verdad que puedo.