Casi pierdo el equilibrio, y lo cierto
es que podría perderle en cualquier momento, por eso, no me empujes
si no es para tumbarte conmigo. Hay demasiadas cuerdas desatadas por
los suelos, señales torcidas entre mis caminos, creo que esperan que
las pongas rectas, que marques, que me ates a ti, que digas “Es
ahora, y quiero que sea siempre.”, que me permitas soñar
despierta, que soñemos juntas. Que al abrir una puerta no queden
grapas, que no quede nada más que el ruido de nuestros besos, que no
corra ni el aire entre tú yo. ¿Y el miedo? El propio miedo tiene
miedo de que no le tengas miedo, tú, confiá en mí, puedo hacerte
feliz, y entonces... entonces empieza lo bueno (:
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