domingo, 24 de noviembre de 2013

Aquí tienes tu desastre.


No me valen las palabras que esconden mentiras a medias por placer. O por lo que quiera que seas, para quién.
Y muero en el intento de sentirme menos puente, con la de agua que me has hecho tirar.
No me uses, que yo ya no sirvo para nada.


No me da miedo cambiar los papeles, lo que me da miedo es que me cambies el corazón. Pero ojalá te quedes el mío y no me lo devuelvas. Bastante he tenido ya.

Voy a salir con cara de no volver a quererte, pero con pensamiento de no saber cómo dejar de hacerlo. No te lo tienes merecido.

Me he pasado horas leyendo libros intentando dejar de ver como cómplices a lo que tú llamas zorras. Imposible.
Imposible, te escribo.

Mi corazón en un papel arrugado que ya no quiere volver a estar entre tus manos. A bastantes fondos lo has lanzado ya.
Mis manos no son más que un montón de frío que ya no quieren sentirte.
Mi cabeza va a explotar.
Y la rabia es una zorra que quiere que meta la pata hasta el final.

Que cuando alguien te quiere cuenta contigo antes de contarte mentiras. Y cuando no, le cuentan a otras lo que más tarde te va a romper igual.


Qué mal me quedas para lo bien que te vas.

Estoy demasiado rota como para no sangrar, pero tranquila, nos vamos a morir igual.



'Si tú te tiras; yo me tiro al resto. Y si no, también.'


2 comentarios:

  1. Tienes Estilo, no lo dejes, dale a esto caña pero ya ... Porque se te da super Bien.

    ResponderEliminar
  2. "Qué mal me quedas para lo bien que te vas..." (soberbio!)

    ResponderEliminar