Qué
desastre, quién va a aguantarlo si ni yo misma puedo.
Ojalá
recordarte sin tener miedo -que a mí no se me quita-.
Te
vas con la pena a otras partes, las que tocas y me partes.
Esta
no es la vida que soñé en la anterior,
no
es la que nos regalaremos la próxima,
ni
la final que nos quedará,
siempre
al final.
Si
supieras por qué escribo,
si
supieras por qué llevo tatuada tu risa,
por
qué rechazo flores cuando te tengo a ti por todas las primaveras.
Si
pudiera follarte ahora mismo...
si
pudiera salvarme tirándome al abismo que hay entre tus bragas...
Húmedos
mis dedos.
Si
pudiera ser aquello que no olvidases en toda tu vida
y
media.
Si
pudiera tratar a mis propios sentimientos como a mis huellas
dactilares cuando las destrozo por tu cuerpo.
Si
pudiera escribirte todo esto con la lengua desearías que fuera
invierno para siempre.
Todos
mis monstruos están en mi armario.
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