domingo, 26 de febrero de 2017

'Fue tan importante.'

'Déjame en la puerta donde fui feliz. Sube, dame lo que tuve, rompe la ciudad, grita por gritar. Puede ser verdad, puede ser que no.' 


Es curioso como personas que tenemos cerca pasan desapercibidas, curioso como nos dejamos besar sin darle importancia mientras tratan de dárnoslo todo. Es curioso como, en cambio, lo que nos ha abandonado permanece en nosotros y nos retumba en la cabeza con eco, es curioso como nos persigue día y noche, incluso dormidos. Es curioso como aún estando en otros cuerpos, si suena de fondo esa canción vamos a pensar en quien ya no está, en quien ya se fue, y echaremos a correr.
Y tú si embargo dirás un día que no te lo advertí, dirás que no te lo dije, dirás que no me atreví a reconocer que no estaba sola, porque aunque me hayan abanado hay cosas que se quedan dentro. Contarás que no estaba al despertar, que no dejé nota, ni pegué portazo. Suplicarás una vez más que te coja el teléfono, porque no querrás recordar que anoche te dije que no me llamaras, que ya no me dejo conocer, que la peor pérdida que poseo habla de mí misma. Así que será mejor que recuerdes que al menos manchamos las paredes de risa. Acuérdate también de no quererme, porque también te dije que ahora sólo podría quererme. Quererme libre, tan libre que tengan que aprender a alzar el vuelo para alcanzarme. Libre como la pluma de un escritor que hace las letras tomen formas distintas. Libre, sin cadenas, ni nadie pretendiendo atarme. Libre, sin necesidad de que nadie me posea como un trofeo, y me agarre de la mano cada vez que note miradas posándose en mí. Libre, sin que nadie deje constancia de cada uno de mis actos. Libre, por mi conciencia tranquila. 
Me quiero libre; ella tenía razón y siempre debemos empezar por querernos así. Por todo lo que llevamos a cuestas.

No fue.
No es.
La culpa sólo es de quién sabe que debería poseerla.

Eres libre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario