martes, 13 de mayo de 2014

Vuelve, que no hay flores.



Últimamente no escribo, y lo que escribo lo borro, y lo que borro lo olvido. Pero no os preocupéis, no estoy tan mal, sólo busco el tiempo que nos hace falta a todos. Y lleno la falta de todo con cosas del futuro.
A lo loco. Qué sería de mí haciendo todo lo que quiero sin necesidad de pensar tanto. Qué sería de mí, y qué será.
Os dejo lo que la primavera me está dejando a mí. Tranquilos, no tengo alergia.





¿Quién ha dejado una nota en el contestador?

Los niños de dos años no saben nada del amor y son mucho más felices.

¿A qué llamas tú flor? Devuélveme mi cactus.

Mi corazón pedalea y se mete tres hostias cada dos metros.
Tu corazón es de naranja. Y me has salpicado.

¿De dónde viene todo ese miedo? Te quiero.

A mis alas les falta el vuelo de su falda.

¿Sobreviviremos otra vez a la muerte?

A mí que me rieguen los ojos, y que seas tú.

Estoy temblando. 
Cuánto, amor de otras. Cuánto.

¿Te quedarás cuando yo me haya ido?

Te aseguro que eras tú a quien miraba con los ojos de edificio mal cerrado y en ruinas.

Perdón por llegar tarde. Ojalá me esperes siempre.

Con ella también te has acostado.
Te ha costado
la mitad de algo.

Así no se puede tener corazón.
Ni razón.
¿Me falta?

Gilipollas
no vas a ser solamente tú.
Ni yo.

Es la falta de tiempo quien me empuja a soltar toda esta nada.
Y ella.
En el centro
de esta puta ciudad.

Ella
y yo.
Pero tú
Esta vez
no.




No hay comentarios:

Publicar un comentario