Ese latido sin salida al final del
túnel, como si ya estuviera muerta mucho antes de que insinuases que me
fuera, antes de desconocerte por unas horas, antes de darme cuenta de
que sólo queda un hueco insoportable en mi pecho cuando te vas,
antes de pensar en el suicidio como forma de vida, y no al revés.
Mucho antes ya sabía que te quiero más de lo que debería, pero
deber por deber, nadie podría.
Las flores están llenas de gente en
los cementerios, y tú, valiente por la vida regalas flores que ni si
quiera se pueden tocar con las manos.
Me siento cobarde con todos mis miedos,
y les cuento lo que jamás me atrevería a decir en voz alta, porque
tú no querrías oírlo. Y cuando termino, casi sin darme cuenta, son
ellos los que me atan de manos y pies con tus recuerdos, y tiran la
llave dentro de ti, donde intento llegar pero es imposible, pues
dentro de ti, a veces sólo habitas tú.
Ojalá no siguieses mintiendo todavía,
porque puedes, porque hieres, porque quieres no querer, y te quiero,
incluso cuando ni si quiera quieres que te quieran.
Seguiré consumiéndome mientras
regales a otras la mirada de robar corazones que un día te regalaron
a ti, y por eso la usas. Inocente de ti, fingiendo serlo.
Qué estúpida me siento cuando me
hiero a mí misma partiendo de cuando lo haces tú,
qué naufraga de mí misma cuando te
vas y no me encuentro más que en un mar de lágrimas.
Si fuese más valiente de admitir que
no busco quién me quiera por miedo a que no seas tú,
si pudiera seguir esperándote bajo la
necesidad de no tener la necesidad de esperarte.
Ojalá nunca le regales tu voz al
viento con otro nombre, buscándote.
Hazme polvo sólo por el placer de los
polvos de después de las discusiones,
no me dejes sola ni indiferente; le
tengo pánico a la indiferencia.
¿Cómo pretender alejarte de alguien
por miedo a hacer lo que ya has hecho?
Ojalá te quedes y me salves de lo que
tú misma destrozas, que me sienta a salvo en mitad de toda esta
ruina si eres tú quien me acompaña mientras me corto con los
cristales que el propio miedo haya dejado hecho añicos.
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