De pasada, por tu vida, por tu cama,
por tus labios. Por la puerta de tu casa a las 11 de la noche. Con
ese puto frío que te queda la cabeza en otra parte, y me he colado
hasta ti, sin tocarte. Esperando a que salieras fuera y me abrazaras
fuerte. Para irte, como siempre. Pero te has quedado quieta y
sonriendo a sus palabras, olvidando que yo estaba esperando por ti. Cómo quien no tiene ni puta idea de nada. Despertándome en plena lluvia de ti para, esta vez, huir de tus manos, y de mí. Una hostia en todos los esquemas, eso eres tú. Que no me pidan que te cierre la puerta; tú ya estás dentro.
No te culpo,
no eres tú,
soy yo,
que te quiero más.
Mi noche fue ayer, sin ti, por eso. Que cuando tú, la noche sólo te mira a ti, y está jodida la cosa. No te lo veías venir si no has conseguido leerme bien. Yo no te debo nada, y te lo daría todo.
Ojalá hablar de mí sin terminar hablando de ti. Que yo a mis desconocidos les hablo de tu ciudad.
Estoy hasta las tetas de que no seas mi poeta. De que no quieras revolcón. De que no quieras quererme ver, y no me veas.
Que sé que no eres tú,
que es ella,
que la quieres más.
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