martes, 6 de noviembre de 2018

'Ojalá supiera separar aquello que es verdad de las desilusiones ópticas.'



Tírame al mar como el mensaje en una botella del que esperas respuesta,
cuando decida por fin calcular las mariposas que me habitan de tu casa a la mía,
cuéntame las horas como quien canta adiós en Febrero,
tírame en silencio y desposa a mi cuerpo de todos los besos que tuve que impretar,
idiotiza el sentimiento como nadie sería capaz de explicar,
asume la derrota a tiempo 'y le das un beso a todos si me muero', 
guárdame en tu colección de recuerdos no coleccionables, 
cierra bien los puños, golpea fuerte la puerta, haz que llueva serrín, muérdeme la lengua,
llámame de madrugada por no ir sola hasta casa,
llámame esta noche si quieres función, 
para la película que te has montado necesito un cambio de director.
Prende fuego a la desidia,
tiende mis sábanas junto a tus interrogantes,
déjame perpretar el crimen que acabe con la hostilidad, 
hazme pedazos y observa que eres tú quien posa su mirada con la más absoluta perplejidad,
concédeles tiempo ante la obligación de pedirnos perdón,
no saben lo que hacemos. 


lunes, 4 de junio de 2018

'Todo lo que merezcas.'


Porque te querría más aún si todos los edificios echasen a arder, por eso: no tengas miedo.
Porque me agarraste la mano sin darte tiempo a conocer el mundo, y me senté a verte llorar.
Porque un día también puede ser cualquiera llorando de abstinencia ante la abstinencia de no tener si quiera un poco de abstinencia.
Porque un día fueron los pájaros los que coronaron el silencio desde un árbol y el resto quienes gritábamos desde una jaula.
Porque un día puede ser un tobogán cargado de lágrimas por el que al final sólo bajen un montón de recuerdos de aquellos que quisieron olvidar.
Porque un día todos los semáforos cambiaron de color y nadie sabía qué deparaba el cruzar – porque ese día era para los valientes –.
Porque un día alguien no supo por qué no se había dado cuenta antes de a quien tenía que cuidar y decidió irse.
Porque un día dos quisieron mucho más y no supieron la dirección.
Porque un día fuiste tú quién se puso en el camino de la piedra – y la piedra rompió a llorar –.
Porque allí se nos escapó la risa. Y la risa hizo el olvido.
Porque una noche dos bailaban en silencio cuando todos querían hablar y nadie sabía cómo ni cuánto.
Porque esta noche está, pero las demás aún no han llegado.


miércoles, 30 de mayo de 2018

'Echar de menos es echar de más una ausencia.'



Qué será de todas esas canciones que bailábamos cuando nadie miraba. Invítame otra vez.
Cómprame una caja de rotuladores que ponga "tampoco pintes hoy" para que me acuerde que pintar un papel no nos nubla la vista, pero miraéstegriscómonosenternece.
Pero míranos otra vez reír a las 3:00 am.
Apaga la luz.
Ojalá no nos volvamos a encontrar en un cementerio.
Lo cierto es que mientras finjamos estar bien seremos un castillo precioso, eso sí; con las ventanas rotas, y a mis muebles se los come la carcoma, y déjales, déjales que coman...
Lo cierto es que si vuelvo a romper a reír dudo que sobreviva el tejado.
Y ojo – que me mires, te digo –, que no dudo que la vida sea una fiesta, pero no olvides levantarte la falta, no vayas a arruinarle la vida a alguien.
Voy a teñirme el vestido, a ver si el pasado se entera que a mí nadie me llama muñeca y que nunca me gustó en exceso el azul.
A ver si vuelves y te cuento alguna chorrada y nos reimos 30 años más.
A ver si vuelves, que hoy tenía ganas de pintar.


miércoles, 25 de abril de 2018

Mayo.

A ti te querré a pesar de las estaciones.


Felices 365.


Llego pronto, pero te he esperado siempre.



Te amo.

lunes, 26 de febrero de 2018

'Porque no rezo...'

Donde aquellos veían lágrimas yo saboreaba sangre.
Donde ellos creían derrota yo encontraba una herida,
sólo una herida.

Polvo al polvo.
Caricia a la caricia.

Y no se lo digas,
no se lo digas
Porque tú caminabas y aquí nadie vigila,
nadie vigila.
Porque hiciste apología de algo que no supiste defender,
no supiste defender.
Porque esta era mi guerra y luchaba sola,

sola,

sola.


Porque un día aplaudí un final y ya era tarde cuando quise pedir que no se acabara.
Porque la última vez los gatos estaban tristes, amor, estaban tristes.
Y los tejados no tenían paredes, canción, no tenían paredes.
Porque ay, qué pena cuando la pena podemos contarla,
pues imaginad cuando no os salgan las palabras.
Insensatos, que tirásteis la piedra olvidando el pecado,
y yo estaba a tu lado,
yo estaba a tu lado.
Y acaricie un dolor amaestrado,
un dolor amaestrado.
Amor a mi amor, a quien pudo darlo.
Pedidle piedad ya que estamos, a quien nos la está quitando.

Que yo...
He tenido tanto miedo, que no he sabido de donde sacar más espacio
Y tuve que renunciar a la última en un bar, y quise llegar sola a casa;
recordadle a la herida que es mejor sola cuando te esperan.
Recordarle al suicida qué es mejor, cuando te esperan.
Recordarle mientras yo le recuerdo a los imbéciles que creyeron saber cómo me sentía mientras los segundos pasaron en días,
Diles que creyeron que mi dolor brillaba por su ausencia y que casi me persigue la culpa hasta la tumba,
hasta la tumba,
hasta la tumba.
Decidles a aquellos que creyeron ver cómo desviaba la mirada, que sólo quería creer todo lo que no era cierto,
que quise hacer aviones de papel con las palabras y quemarlas,
que quise cambiarlo todo
todo
todo
todo
casi todo.

Y que al final te das cuenta que lo importante no es lo que pasa:
es lo que se queda.

domingo, 21 de enero de 2018

Una palabra, dos acciones.

Intransigible es todo lo que me toca cuando tú no. Intransigible es es número de kilómetros de mi casa a la tuya. Intransigible es el trayecto que no estamos haciendo ahora, y que soñamos. Intransigible es la ausencia de saciedad. Intransigible es una palabra larguísima que no me lleva hasta ti.

Después de todo lo que otros se empeñaron en esconder, vengo dispuesta a enseñarte todos mis rincones, vengo a vestirme de rojo cereza y a fingir que hasta ahora, no sabía bailar.
Después de todo lo que nos han prometido, vengo a pedirte que cuando la música pare de sonar, vengas a besarme.
Vengo a descifrarte el comodín indescifrable del silencio, vengo a colmar los vasos con vino, para que seas tú la boca que me calma el vaso.
Vengo a llorar asustada el desaliento de quien quiso alumbrar una escena olvidando la importancia de los demás intérpretes.
Vengo a subirme al escenario, dormida y despierta, con los bolsillos colmados de dinero para que en los próximos años nadie se ría públicamente.
Vengo a que nos demanden por intromisión.
Vengo a que se muestre nuestra boda en los telediarios.
Vengo sobre todo, para que se muerdan la lengua aquellos que juraron que ya se acabaría el juego. Para enseñarles las rodillas y que entiendan que no hay seriedad en lo serio.
Vengo para aclarar el significado de la palabra intransigible, señalando a todos los que jamás sabrán lo que tenían delante.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Boomshakalaka.


Yo no pude contarte que me sentí estúpida,
pero puedo contarte que me siento estúpida.
Puedo contarte, como puedo contarte con el dedo de una mano,
con un único dedo, 
de una única mano 
si pongo la otra en el fuego. 
Puedo contarte con todos los números en indescifrables letras.
Puedo contarte, ahora que te cuento que quiero un árbol de Navidad,
mientras el deseo es hacia todos,
feliz Navidad.
Puedo contarte ahora que piso aquí dentro, que nací por mera casualidad,
y que podría contarte las horas que pasé desde entonces pensando en la misma ciudad.
Puedo contarte,
y contarte es un cuento
que no acabará jamás.
Puedo contarte ante una manada de estúpidos
que no olvidaré jamás,
que no querría contarles
por tener que contarte
que no iba a volver nunca más.

Y puedo contarte, 
ahora que estás detrás,
que hubiera muerto por verte,
y que fue mucho mejor volar.
Y puedo contarte, 
ahora sin verte,
que quiero volverte a contar.


lunes, 6 de noviembre de 2017

'Fin de temporada para todos los amantes de lo ajeno.'




Soy mendigo ante todas las tareas que dejé pendientes en mi vida anterior,
vagabunda en las calles que me recordaban a ti,
transeunte en una ciudad deshabitada,
en la que ya sólo habitas tú,
sólo habitas tú.

Me pierdo como hojas entre el viento que me lleva hasta tu calle,
vaciar una botella no es más que irse llenando de cientos de pensamientos.
Necesitaría todos los discos de Quique y los nuevos temas de rap,
para diferenciar bien entre lo que me mata y lo que me hace resucitar.

Nunca entendí bien el juego de los columpios hasta que aprendí a usar la soga.
No quedan pañuelos para secar las lagrimas que no somos capaces de soltar,
ni vacío que nos deje en paz,
ya no quedan pañuelos aunque queden cosas por tapar,
ya no aprencian el silencio los que no supieron que había charcos en los que es mejor saltar,
ya no sabe nada de muerte quien nunca aprendió a cantar,
sobran muchos hombres para tan poca virilidad.

Llámame cuando te sobre tiempo
y lo compartimos
una vez más.


martes, 26 de septiembre de 2017

Tengo el mismo calor que hace. Flipas.



Me causa ansiedad la impaciencia por hablar que no respeta que yo lea lo no supe escribir pero necesité leer de otras bocas.

Odios las expresiones repetidas. Plano. Secuencia. Redundancia.

Si veo las películas una sola vez, es por el placer de olvidar ciertos títulos y que dentro de unos años, al volver a ser televisadas, sea como la primera vez. 

Nunca quise perder la magia en la que no creí.

También tengo 500 libros que olvidar, para que al volver a casa pueda barajar cual leer primero.

Hemos roto muchísimos vasos a estas alturas como para estar tristes por ver los pedazos esparcidos por el suelo, pero nos sigue provocando ansiedad las virutas de cristales pegadas en las yemas de los dedos después de estampar el móvil contra el suelo, y estamparos nosotros mismos con la realidad. 

Llévate mi mes de Abril, pero explícame por qué siempre el año nuevo empieza el 1 de Septiembre, y por qué dos miradas que se cruzan entre cientos de personas nos devuelven la ilusión del día de Reyes. 

¿Quién escondió la piedra cuando la mano golpeó mi ventana?

¿Quién nos sacudirá cuando en nuestro estado etílico no reconozcamos quién es el emisor y quién el receptor? 
Mucho menos el mensaje. Pero sobre todo el mensaje.

¿Quién volverá a prometer imposibles sin creer en ellos?

Mientras, nosotros soñamos con cielos contaminados sin tener ni puta idea de qué coño queremos, pero si el de quién.

A veces he llegado a pensar y me he quedado ahí, inmóvil, durante años.

Soy la misma niña a la que le asusta despertar y que todo siga exactamente en el mismo sitio.

Sueño, sobe todo somos sueño.

¿No veis que si la herida cicatriza por el borde, el centro sigue sangrando?


domingo, 10 de septiembre de 2017

'A ver quién es el listo.'



La ilusión es una fotografía de papel en las manos de quien merece ser recordado.

El miedo es un zorro astuto que quiere quedarse con todo lo que tú tendrás que dejar en el olvido.

El desprecio son las manchas de sangre que aún quedan en las sábanas después de arrancarte el corazón.

El cariño es un algodón de azúcar en las manos de alguien que come sin usarlas. Debería saber dónde ponerlo.

El silencio es una tortura cuando escucho retumbar los mismos nombres en mi cabeza.

La música es consuelo cuando el resto tortura.

La duda ofende, pero qué nos está pasando.

El pensamiento circular es pensar en ti, y pensar en ti, y pensar en ti, y pensar en ti y pensar en ti...
Y saber que soy idiota.

El frío es todo lo que siento después de correrme cuando por fin descubro quién soy.

El autoengaño son los vestidos de fiesta que me pongo cuando estoy tristísima.

La infidelidad es entender que no es lo mismo que lealtad, y que siendo más importante lo segundo se valora lo primero.
La infidelidad es entender que estabas drogada y que serena el único nombre que te consta es el de quién duerme a tu lado. 
La lealtad es un perro que después de oler el culo a media manada te chupa la cara. Gilipollas.

Comprender qué había pasado fue confundir tristeza con estar ante alguien triste, porque 'hay algo más triste que dar pena, y es dar miedo', y tú ganaste el primer puesto.


jueves, 7 de septiembre de 2017

Si vemos las sombras es porque hubo luz.


Darte un suspiro fue perder el aliento,
caminar muy despacio por si rompía lo que había muy dentro,
sondear un amor en mitad de un concierto,
sollozar un recuerdo quedando en silencio.

Me perdí en el mismo prisma que habitaba en tus ojos, me quedé colgada en una sonrisa inhabitable, quizá tuviste razón y ¿Por qué fue tu boca?
Ahora que pregunto y la única respuesta a veces la olvido, ahora que tiro la moneda que porta dos caras, ahora que juego a reírme a escondidas por si ya nadie me salva.
Dime de qué incendio saliste tú que viniste con pinta de llevártelo todo,
dime de dónde narices sale esa luz, que me ha apagado lo que era muy cierto.
Dime si ahora eres tú o le estoy rezando al maldito silencio, dime ahora que porto la cruz si fue este tu único mandamiento.

Ahora preguntas dónde está mi casa después de pisar todo lo que había dentro.



jueves, 10 de agosto de 2017

You fix me.



Una guerra pequeñita comienza en la sala del hospital,
se cierran las puertas y las ventanas,
tratan de quitarte tu libertad,
se oye un llanto en la habitación contigua,
tú desearías verlo llorar,
volar, a veces volar,
te conceden el poder de mentir pero no de callar.

Un castigo de madrugada que termine esta noche con llantos en la almohada.

Tú pensarás estar perdida mientras te prefieres escondida,
el amor como castigo perseguido si se va,
el amor como castillo de arena pa’ empezar,
ondeando por la arena de una playa lo esquivarás.
Dime tú si no es el paso del tiempo el que querrá y se lo llevará.

Concédeme un baile que dure tres vidas,
y las cuatro con sonrisa de gato que perdí, puestas en la balanza,
el miedo a veces las alcanza.
Dime con qué fuerza se mece un bebé en una canasta,
dame la mano y sube donde nadie diga basta.
Y por ti esta casa,
y por ti esta plaza,
y por ti ese bar en la esquinita, por si te cansas.

Y por ti la libertad no será desahuciada,
y las alarmas saltarán cuando hablen de posesivos,
bailando adictivos sin aditivos.
Y a las alarmas confirmarán todo lo que no quisimos, ese cultivo,
y las alarmas, que no son más, no hablarán más de tu ombligo.


miércoles, 2 de agosto de 2017

'Todo el tiempo mirando.'

Un día vendrán a leerme los versos de Pizarnik que no soporto leer en alto por empatía, Irene.



Tardarán años en recomponerse los pájaros de la cabeza si aprendemos a volar por volar.
Pasarán los trenes de largo sin repetir el recorrido, si aprendemos a aumentar velocidad.

¿Cuántas veces vamos a pedirnos perdón a nosotros mismos?

¿Quién mueve los hilos?

Si dejaran de valorar la importancia de una fotografía en papel, si dejaran de abrir el cajón para acariciarla y recordar, si olvidaran esa esencia, no habría ansiolíticos suficientes en el país para los que aún sujetamos la cámara tratando no caernos nosotros.

Tengo golpes en todos los estados de ánimo por andar de rodillas para ver cómo sonríes en un mundo al revés.

Si todos los imbéciles se uniesen para tratar de atentar contra una unión, los demás aplaudirán sin acabar ni la función.

¿Cuántas veces vamos a pedirnos perdón por cosas que volveremos a hacernos?

¿Quién mueve los putos hilos? 

Si todos los coches, de golpe, frenan en el mismo segundo, sentirían algo parecido a lo que siento cuando oigo esas dos palabras salir de tu boca.

Todos los circuitos cerrados se mueren de envidia por no poder salir a buscarte.

Dile a quien mueva los hilos que le pienso cortar las articulaciones si hasta ti no piensa llevarme.

domingo, 23 de julio de 2017

Qué puedo decir.


Todos los incendios llevan un nombre de pronóstico reservado. Me considero capaz de caminar por tu espalda, descalza, consciente del precipicio. Pero me considero. 
Soy misionera en un mundo sin misión, en absoluto. 
No me gustan las colas largas de gente, no me gusta la espera. Detonaría centros comerciales. Somos imbéciles comprando un montón de cosas inútiles, pero qué guapa estoy hoy.
Pienso en la muerte al menos una vez al día, consciente, pienso que ojalá me estén esperando todos los que esperé que jamás se marcharán. 
Os echo de menos.
Mira, que tenéis unos ojos preciosos para los tiempos que corren.
Me duele tantísimo la cabeza que nadie podría curarme nunca si yo no accedo a pasarme 4 horas en la sala de espera de un hospital. He superado la fiebre.
No puede quedarte nadie cuando no quede nadie. No estoy para cuentos.
El amor no es una mierda, pero nosotros lo somos para él.
Piso otra.
Me llamas a las 3 de la mañana y me parecen de la tarde. Llaman a la puerta y sólo recibo mensajes anónimos.
No moriremos hoy.
No moriremos hoy.
No moriremos.
Tengo 200 páginas escritas de un libro con nombre de canción. Tengo un vestido precioso para el día de mi funeral.
Estoy tan bien que si me muero no me importa.
Estoy bien.
Estoy muy bien.
Ahora me alimentan otros peces, y yo a cambio les doy migajas de lo que soy.
De lo que soy.
Soy ciclón, me gustaría sobrevolar todas las ciudades de Europa. Llévame al parque.
Soy un círculo en el que bailarán todos los niños del patio de un colegio abandonado.  
Mi penitencia son las heridas en las rodillas que me hago al despertar. 
Las noticias me recuerdan que aún queda espacio para estar triste. Conservo mi derecho estático. 
Por qué a él.
Por qué a ella.
Por qué a todos.
Por qué al mundo.
Cada vez que abro los ojos ante una noticia todas las cámaras del país son arrojadas a un volcán en erupción.
Y yo no puedo no estar triste.
Laméd el plato como laméis la herida, insensatos.

Conservo mi derecho a no temer al mañana, pero me da una tremenda pena el hoy.



jueves, 13 de julio de 2017

Anything.

Ojalá todas las niñas vistieran de azul, que tuvieran cochecitos y no Barbies con estereotipos dando pie a una sociedad imbécil.


A veces pasa que te pasa algo o alguien que te hace pensar que ha cambiado todo y mientras pasa tú pides que se quede.
Mientras todo, tú pasas más tiempo con los amigos celebrando, y eliminas gentecita desconocida de las redes sociales. Y borras aplicaciones de mierda. Y tachas en tu agenda números que un día quisiste conservar pero que ahora bah.
Y caminas por la calle con la música que te recuerda que vives en presente porque ya no queda la pelusilla tonta de que hubo tiempos mejores. Nada mejor que el ahora, corazón, nada mejor. O te ahogas.
Y te apetece pasear en bicicleta al ritmo de un estribillo tontísimo, teniendo ideas tontísimas, fuera de idealizaciones tontísimas. 
Ahora sacas libritos de colores y pintas corazones en tono arcoiris, pero estamos o muy jodidos o muy enamorados, que a veces es lo mismo. 
El caso es que es verano, y a mi me sigue preocupando mogollón el invierno. Pero sigo usando imperativos y diminutivos, por si el frío, claro, por si el frío. Por eso mis pantalones hasta abajo y mis camisetas hasta arriba. Por eso y porque la sociedad va a seguir siendo una mierda, pero tú estás preciosa.
Por eso, y porque para viajar contigo no necesito bolsa, ni canción infantil, ni ná de ná.
Porque a veces pienso en mi vida anterior, como si no hiciera tan sólo unos meses y pienso que está mejor, que a veces en el mar no hay ni peces.