Despertarse diez minutos antes de verte
ir,
como excusa para madrugar.
Te he visto llorar,
y llorarme,
y aunque sé que los "para siempre" no
existen,
pero no dejes de decirme que siempre
vas a estar ahí.
Nunca me habían hecho llorar así,
ni me habían pedido tan fuerte que,
por favor,
no me muera.
Y tú,
por favor,
no te mueras,
nunca.
Sabía que acabaría escribiendo esto,
aunque sepa que mis textos no te
convencen,
pero te gusta como escribo.
Ayer volviste a abrazarme tan fuerte...
que ni si quieta te diste cuenta que al
decirme “ojalá pudiera dártelo todo”, ya me lo estabas dando.
Me estabas dando vida,
y haciendo que me diese cuenta de que
me tengo
en pie.
Sé que nadie va a quererme jamás como
lo haces tú,
y por eso,
que quede claro,
que pienso matarme si te mueres,
y morirme si me lo pides.
Y vivir... que sé que te encanta,
y que quiera hacerlo,
también.
Sí,
he vuelto a escribir,
por miedo a que queramos borrar.
"Yo sólo quiero no dejar de tenerte, por dios."
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