domingo, 30 de junio de 2013

Lo siento, no cura.


No es tiempo. Ni aire. Ni nubes. Ni noche. Ni luz. Ni estar. Ni quedarse. Ni un suspiro. Ni dos.
No son pasos. Ni baile. Ni echar a correr. Ni correrse. Ni respirar. Ni dejar de hacer.
No eres olvido. Ni lo peor. Ni lo mejor. Ni querer salir. Ni querer entrar. Ni querer.
Es quererte y no poder dejar de hacerlo.  Ni saber cómo hablar de ello.

Que nadie te enseña a conducir, porque coges un coche y no tienes ni puta idea de controlar.
Que te ponen límites de velocidad, y tú, valiente, con el corazón a 500, en dos besos.
Y no conozco peor despedida que volver a saludar con dos besos.
No nos enseñan a despedirnos, ni a aprender, pero nos quieren dar consejos que no tienen ni puta idea de nosotros.
Nos quieren matar pidiéndonos que no nos muramos.

Pero da igual todo, porque yo estaba de espaldas a ti, y no me hubiera importado seguir viviendo para esperarte. Hasta que el semáforo se pone en verde y eres tú quien sale corriendo(se) a otros brazos.

Nos quieren educar con libros cuando no tienen ni puta idea de educar al corazón, ni nosotros sabemos como dejar de rompernos en cada "adiós".

"Cuídate" sólo es otro forma de despedirte de alguien.
Pero, cuídate,
De nada. Ni se te ocurra darme las (des)gracias.



Lo has hecho fatal.



No hay comentarios:

Publicar un comentario