domingo, 9 de junio de 2013

Por si la sed.



De repente un día,
pero de noche,
lo escribes.
Y me doy la vuelta, y me voy,
como quien se tira con más miedo que ganas.
Y bebo,
como si llevase toda la vida en tu desierto.
Me fui,
mientras esperaba sentada en frente de un paso de peatones que aparecieras.
Como si quiera verte y seguir fingiendo que no nos conocemos.
Parezco nueva.
“Apartate.”
Que ya sabes que puedo decir “adiós”
pensando en un “hasta pronto” cientos de veces.
Pero creo que a veces es al revés.
Y me da más vértigo.

Un día,
te acuerdas de otro,

y prefieres no escribir más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario