No le niegues a la vida tus labios,
no me robes otra vez para olvidarte lo
que te has llevado.
No te quedes en la cama,
ni dormida, ni de piedra.
No me fumes.
No fumes en un bar con terraza,
ni fumes en la terraza más alta de la
ciudad.
No fumes los cigarros que te regalan,
no fumes sin preguntar.
No fumes cuando vayas agarrada de mi
mano,
no fumes al soltarme.
No fumes con tu camiseta favorita,
ni con todas las demás.
No fumes para relajarte,
ni si quiera para ver el humo pasar.
No fumes,
no bebas,
no beses.
no folles,
no hagas el amor.
Y hasta entonces escribe estas letras
pensando en lo contrarío, mi amor.
No vivas; muérete despacio sonriendo
muy deprisa.
Y fuma.
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